Introducción
En el intrigante universo de la novela "Apples Never Fall" de Liane Moriarty, se despliega un misterio que cautiva a los lectores desde la primera página. A diferencia de otros relatos, este se teje a través de susurros y fragmentos, revelando una presunta tragedia: un asesinato sospechoso y un cuerpo desaparecido. Sin embargo, cada testigo tiene su propia historia, sumergiéndonos en un mundo donde los camareros, baristas, y hasta conductores de Uber se convierten en inadvertidos narradores de secretos.
El Ojo Agudo de Moriarty
Liane Moriarty, reconocida como la mordaz reina de la suburbia de Sídney, destila su aguda observación en "Apples Never Fall". A través de su pluma, somos testigos de grotesquerías gentrificadas: centros comerciales disfrazados de pueblos toscanos, clases de memorias donde mujeres con "pantalones a medida y pendientes de perlas" plasman sus penurias en papel de alta calidad, y calles frondosas patrulladas por perros de diseñador y cochecitos gemelares tan costosos como automóviles.
El Enigma de Joy Delaney
En el centro de la trama se encuentra Joy Delaney, una aspirante a abuela y formidable jugadora de tenis, desaparecida en un vecindario de voces bien moduladas y jardines bien cuidados. Su esposo Stan, con arañazos sospechosos, atribuye el incidente a un seto vengativo, pero los vecinos, siempre atentos, escucharon una acalorada discusión la noche anterior. Después de más de 40 años dirigiendo la escuela local de tenis, la jubilación ha agriado su matrimonio, desencadenando una magnífica madeja de lealtades, rencores y chisporroteantes disputas intergeneracionales.
La Explosión en la Mesa
Moriarty despliega su maestría al llevarnos a la mesa familiar. Un almuerzo del Día del Padre se convierte en un deliciosamente teatral festín de egos magullados. Bajo el fuego cruzado de disputas olímpicas y un duelo de brownies de chocolate, cada mecha corta de los Delaney arde y chisporrotea, dejándonos en vilo para descubrir quién detonará primero. Sin embargo, la farsa se desliza hacia el horror doméstico a medida que los días pasan sin señales de Joy, y los hijos enfrentan la escalofriante probabilidad de que su padre haya asesinado a su madre.
El Desvío Innecesario
A pesar de la fuerza de la narrativa centrada en la familia, "Apples Never Fall" se ve afectada por un subargumento innecesario y divagante. La llegada nocturna de una joven maltratada a la puerta de los Delaney desencadena revelaciones grandiosas y venganzas elaboradas. Este desvío, aunque bien escrito, utiliza un cansado y pernicioso recurso: una intrigante arquitecta de engaños que simula violencia de pareja. Que los personajes de Moriarty estén conscientes del tropo, confiando más fácilmente en la recién llegada, lo hace aún más grotesco y perezoso.
Conclusión
"Apples Never Fall" termina sintiéndose indulgentemente recargado, como un elaborado desayuno de cafetería diseñado para ser Instagrammeado en lugar de ser saboreado. Aunque perfectamente legible, es difícil no desear algo más de alguien tan ingeniosamente astuto. Moriarty, al injertar torpemente la historia de Joy con la de una joven y sugerente desconocida, parece haber caído en la misma trampa que critica en su trama.